Una de las tareas que más ilusionan a todas las novias a la hora de afrontar los preparativos de su boda es sin duda la búsqueda del que va a ser su vestido. A continuación os dejamos algunos consejos que os pueden venir bien a la hora de poneros manos a la obra.
1. ¿CUÁNDO EMPEZAR A BUSCAR? La respuesta es ni muy pronto (primero tienes que estar segura de la fecha y el lugar de celebración, además del estilo de boda que queréis -formal o informal- para conocer el estilo de vestido que necesitarás) ni demasiado tarde (la compra de un vestido requiere sus plazos de búsqueda, modificaciones y pruebas finales).
Hay quien recomienda iniciar la búsqueda un año antes; en Ideasparaunaboda.com creemos que nueve meses es un tiempo prudencial. Más que suficiente para buscar, comparar precios, probaros un buen número de modelos y, una vez elegido el vuestro, que os lo dejen a medida.
2. UNA AGENDA. Es algo que te puede venir bien para ir apuntando las citas en las tiendas y las pruebas del vestido definitivo. Te dará mayor seguridad el tenerlo todo anotado en un mismo lugar: si no, corres el riesgo de apuntar las citas en distintos folios sueltos o libretas y el caos te puede llevar a despistarte y perder alguna cita.
Hay quien recomienda pedir las citas a una hora muy similar a aquella en la que tendrá lugar la boda, por eso de saber cómo tendrás tu cuerpo a esa hora determinada del día. A nosotros nos parece un poco exagerado, la verdad.
3. CUÍDATE DE LA OBSESIÓN POR ENCONTRAR “MI VESTIDO”. Muchas novias se obcecan en la idea de localizar “su” vestido de novia, y creen que, en cuanto lo vean, sabrán que es ese. No tiene por qué ser así. Tal vez hayas encontrado tu vestido y sigas buscando, hasta que te des cuenta de que el que viste en la segunda tienda que visitasteis es el mejor. No pasa nada. Lo normal es buscar, dudar, recapacitar y finalmente comprar el vestido que sí será el tuyo.
En realidad, muchos trajes de novia pueden ser “nuestro vestido”. No hay un solo vestido para ti ahí fuera, hay muchos con los que podrás lucir espléndida el gran día. Lo importante es que te quedes satisfecha con tu decisión final. Algunas necesitaréis recorrer muchos talleres y tiendas para dar con él y otras, en la primera o la segunda tienda lo hallaréis.
4. TEN EN CUENTA EL COSTE TOTAL. No es solo el vestido lo que tendrás que elegir y comprar. Hay muchos complementos que necesitarás, de la cabeza a los pies. Es decir, desde el velo a los zapatos, pasando por las joyas (tiara, pendientes, collares…), la lencería -incluida la liga-, las medias… Todo suma, así que cuidado con gastar todo el presupuesto en el vestido. Cuando te plantees el presupuesto, que sea para todo el conjunto: el vestido y los complementos.
5. BUSCA TU ESTILO EN INTERNET Y LAS REVISTAS. La información nunca nos va a venir mal, incluso a las que creéis saber desde un principio el tipo de vestido que queréis… Las webs de vestidos de novias y las revistas os pueden dar muchas pistas sobre el estilo que luego pediréis en las tiendas. Enseñar a las dependientas una foto del vestido que os gusta les puede dar muchas pistas para encontrarte algo parecido, o incluso el mismo, claro.
6. CUIDADO CON LAS IDEAS PRECONCEBIDAS. A veces podemos sorprendernos a nosotras mismas. No seremos ni la primera ni la última novia que tenía previsto que su vestido fuera de tal manera y, una vez que se prueba el supuesto “vestido de sus sueños”, resulta que no nos gusta cómo nos queda. En las tiendas suelen hacer buenas recomendaciones. Eso no quiere decir que debas creerte todo lo que digan las dependientas (que al fin y al cabo están ahí para vender), pero ten la mente abierta a los consejos, por si alguno te pudiera venir bien.
7. EL NÚMERO DE ACOMPAÑANTES. La madre, la suegra, las hermanas, las primas, las tías, las abuelas, las amigas, las vecinas… No se trata de un desfile de modelos, así que evita congregar a demasiadas personas. Es bueno contar con la opinión de nuestras personas más queridas, pero que sea un número reducido, y mejor si son las más sinceras y cercanas a tus gustos. Cuantas más sean, más posibilidades de que te pongan la cabeza como un bombo y que te distraigan de lo que realmente quieres tú.
Además, si el número de personas que acuden contigo a buscar el vestido es reducido, un mayor número de invitadas se sorprenderán el día de la boda con tu elección.
8. UNOS ZAPATOS A LA ALTURA. Es importante que tengas claro cuál será la altura del tacón que llevarás en la boda y que a las pruebas de los vestidos acudas conun par de zapatos que sean de ese estilo. Así podrás apreciar mejor la caída del vestido.
9. NECESITARÁS UNA CÁMARA DE FOTOS. Nombra a una de tus acompañantes tu ‘fotógrafa oficial’ y encárgale que te haga fotos con cada uno de los vestidos. Como mínimo tres fotos por vestido: por delante, de perfil y por detrás. Aunque en los probadores tendrás espejos rodeándote para que puedas apreciar cómo te queda el vestido por detrás, las fotos te ayudarán más de lo que crees.
10. PRUDENCIA A LA HORA DE AJUSTAR. Casi todas adelgazamos para nuestra boda: algunas a propósito y otras por el mero estrés que acarrean los preparativos. Pero cuidado con pedir desde el principio que un vestido te lo ajusten más de lo debido a varios meses del enlace porque consideramos que con la dieta milagrosa que estamos haciendo habremos adelgazado muchos kilos más para el gran día. Ten en cuenta que, una vez elegido tu vestido, te harán varias pruebas, y lo más importante es que cuando se acerque de verdad la fecha de la boda haya tela de más para ajustar (en caso necesario). Lo malo es que ocurra lo contrario y no tengamos después de dónde sacar tela.
Y sobre todo os recomendamos que os lo toméis con calma y con mucha filosofía. ¡Suerte en vuestra búsqueda!