También los invitados han de aportar su granito de arena para que una boda salga a pedir de boca. No es muy difícil su papel. Basta con divertirse, ser amable con los novios y no olvidar nunca que ellos deben ser los protagonistas. Aquí os dejamos un decálogo con algunas cosas que un buen invitado nunca haría:
1. PRESENTARSE CON UNA PAREJA SIN AVISAR. Es una de las reglas de oro: plantarse en una boda con un acompañante inesperado no es de recibo. La mayoría de los servicios de catering y restaurantes están preparados para servir a un par de invitados de más, pero siempre es una molestia cuadrar las mesas. Además, puede darse el caso de que los novios buscaran una celebración íntima y enviasen invitaciones individuales. Si te dicen que no puedes llevar acompañante será por una razón. Respétalo.
2. BEBER DEMASIADO. Que haya barra libre no significa que debas amortizarla tú solo. Bebe con cabeza: ten en cuenta la duración del banquete y el baile y no llegues al punto de ir tropezándote con la gente y desvelando secretos incómodos. A nadie le gusta soportar a un borracho.
3. IR VESTIDA DE BLANCO. Aunque sea verano. Aunque la boda sea en la playa. A no ser que la invitación indique expresamente lo contrario, jamás vayas vestida de blanco. Aunque pienses que no puedes eclipsar a la novia, nadie mirará con buenos ojos tu look.
4. HABLAR DURANTE LA CEREMONIA. Ahórrate los chistes del tipo: “¡No, tío, no lo hagas!”, aunque el novio sea tu mejor amigo y te parezca la mar de gracioso. No es el momento de bromitas.
5. SOLTAR UN DISCURSO SUBIDO DE TONO. Hay gente que se siente muy incómoda cuando tiene que hablar en público; sin embargo, hay otros a quienes, cuando se ven con un micro en la mano, les entra la vena de humorista de monólogos. Está bien ser gracioso, pero nunca destapes secretos incómodos, pecados de juventud o cualquier otro dato inapropiado que pueda arruinar la fiesta. Los chistes obscenos, mejor en la despedida de soltero.
6. MANCHAR EL VESTIDO DE LA NOVIA. Parece de cajón, pero verter algo de vino o un refresco sobre el blanco impoluto de la novia es una de las mayores tragedias que te pueden suceder como invitado. Los accidentes suceden, pero ten un poco de ojo y no te acerques a ella con una copa en la mano cuando esté en el centro de la pista de baile y hayan puesto una canción especialmente marchosa.
7. TUITEAR O ‘WASAPEAR’. Deja el móvil apagado y en el bolsillo; nada de fotos para subir a Instagram o tecleteos, sobre todo durante la ceremonia. Los novios ya habrán contratado a un fotógrafo profesional, y el continuo ruido de las fotos y los flashes es un auténtico incordio. Presta atención y vive el momento.
8. DEJAR QUE LOS NIÑOS CAMPEN A SUS ANCHAS. Si llevas a tus hijos pequeños a la boda, preocúpate de que no molesten a los demás. Tampoco hace falta atarlos, pero no puedes desentenderte por completo de ellos (ya, no hace falta que nadie te diga esto).
9. INCORDIAR A LOS CAMAREROS. Lo hemos visto decenas de veces: invitados achispados por el alcohol que acosan a los/las camareras para que bailen con ellos/ellas. Esas situaciones son totalmente inapropiadas e incómodas para todos.
10. PEDIRLE AL DJ QUE CAMBIE LA MÚSICA. Si se trata de tu boda, tú decides la música. Si no lo es, te fastidias. A menos que la novia o el novio te pidan directamente que le pidas al DJ que pinche algo concreto, no le hagas tú sugerencias propias, ya que podría pinchar alguna canción que precisamente le hubiesen pedido los novios no pinchar por alguna connotación sentimental desagradable para ellos.