Cuando la economía aprieta los bolsillos, si puedes ahorrar en pequeños detalles que no interfieran en la calidad final de la celebración de tu boda, mejor que mejor. Aquí te traemos siete consejos para ahorrar en una de las partidas de mayor peso en el presupuesto global: el catering.
1. NO HACE FALTA TANTA BEBIDA ESPIRITUOSA. En los cócteles y la barra libre, la gente acaba pidiendo las cuatro cosas de siempre: cervezas, vinos, cubatas y, como mucho, algún vodka, whiskey o ginebra. No es necesario que contrates un servicio con una variedad enorme para satisfacer a algún posible sibarita.
2. CON TRES PLATOS BASTA. Cada vez se están poniendo más de moda los menús larguísimos, con platos y platos y un sorbete en medio para bajar los primeros platos y hacer hueco a los segundos. Es innecesario. Con un entrante, un buen principal y un postre, la gente queda más que satisfecha, especialmente si ha habido cóctel antes.
3. MESAS MEJOR QUE CAMAREROS. Puedes ahorrar un buen pellizco en gastos de personal si colocas los platos del cóctel en varias mesas bien adornadas donde los invitados se puedan servir ellos mismos, en lugar de tener a un ejército de camareros paseando con incómodas bandejas entre ellos.
4. LLEVA TUS PROPIAS BOTELLAS. Algunos servicios de catering te permiten que aportes tú las botellas de bebidas alcohólicas que ellos servirán a los invitados (tarea por la que cobrarán, claro). No hace falta decir que el precio en un supermercado puede resultar muchísimo más económico para tu bolsillo. Si escoges uno donde puedas devolver las botellas no descorchadas, mejor.
5. ESTUDIA TUS POSIBILIDADES. Si no tienes mucha idea de gastronomía, acude a la elección de menús acompañado/a por alguien que sí sepa qué carnes son más caras o qué pescados requieren de mayor elaboración.
6. ELIGE TÚ, NO LOS INVITADOS. Los invitados a una boda no necesitan tener la opción de escoger entre varias opciones para cada plato, lo cual encarece el coste final sin que coman más. Es mejor que decidas tú qué se servirá (pero ten siempre en cuenta el número de menús infantiles o los casos especiales, como si hay algún celíaco).
7. ESCOGE SENCILLEZ. Hay platos, como el filete Wellington, que están muy buenos pero son muy complejos de elaborar. Eso encarece el coste mucho. Siempre encontrarás opciones más sencillas de preparar e igualmente deliciosas. No te compliques el bolsillo demasiado.