En las bodas se pueden producir todo tipo de emergencias, desde temas de belleza a problemas de vestuario. Cuando surge una de última hora, conviene tener las ideas claras y saber cómo reaccionar de la manera adecuada. Por eso te traemos estos 7 consejos:
1. UN GRANO INOPORTUNO. Con todo el estrés de los últimos días de preparativos puede suceder que te despiertes el gran día con un grano o una mancha en la cara. Si se trata de un grano rojo, cúbrelo suavemente con un corrector lo más parecido posible al tono de tu piel; si se trata de una mancha oscura, es mejor que apliques un corrector algo más claro con un cepillo pequeño y, a continuación, trates de disimularla con polvos de maquillaje. En cualquier caso, no te esfuerces demasiado en taparlo: se trata de disimularlo, no de ocultarlo por completo, ya que ese tipo de maniobras suelen notarse y llamar más la atención que el grano o la mancha en sí. Si el grano es monstruoso, corre a un dermatólogo para que te ponga una inyección de cortisona.
2. TEMES DESPERTAR CON LOS OJOS ROJOS EL DÍA DE LA BODA. ¿Has sufrido una llantina debido al estrés el día anterior a la boda y tienes miedo de despertar con los ojos rojos e hinchados? Duerme con la cabeza más alta que el resto del cuerpo (un cojín extra sobre la almohada bastará) para que por la noche el exceso de flujo sanguíneo en la zona desaparezca. Si, aun así, despiertas con los ojos hinchados, aplica bolsitas de té frías y húmedas para apretar el tejido inflamado. Y usa un colirio de confianza para la rojez ocular.
3. UNA MANCHA DE TINTA EN EL VESTIDO DE NOVIA. Estás escribiendo una nota, se te escapa el boli y ¡oh, desgracia!, un punto de tinta en tu vestido blanco impoluto. Los quitamanchas liquidos pueden dejar un surco… ¿qué hacer? Coge un bastoncillo de algodón de los que se usan para los oídos, rocíalo con laca para el pelo y frota la mancha suavemente.
4. ¿Y SI LA MANCHA ES DE SANGRE? Te has pinchado con un alfiler y ahora brilla una pequeña mancha escarlata en tu vestido. No hay problema: coge un bastoncillo de algodón y, en lugar de rociarlo con laca, vierte en él un poco de tu propia saliva y frota suavemente la mancha de sangre. Los ácidos de tu saliva disolverán poco a poco la mancha. Funciona mejor si aún está fresca.
5. MANCHAS DE MAQUILLAJE. Con tantos y tantos besos que vas a recibir, raro será que no acabes con manchas de maquillaje en el vestido. Sobre todo, no frotes. Moja la mancha con un poco de agua mineral con gas y luego espolvorea un poco de sal encima para absorber la humedad. Deja que se seque.
6. CORTES INESPERADOS. Si te has cortado en la pierna depilándote con maquinilla o -más dramático aún- tu novio se ha cortado en la mejilla afeitándose el gran día, remojad la zona con agua fría y aplicad un producto que contenga alumbre (hemostático que ayuda a detener el sangrado) y potasio (un antiséptico que limpia la piel y cierra los poros).
7. NOVIO CON CUELLO IRRITADO. ¿Tu novio es de piel delicada y se le suele enrojecer el cuello cuando se afeita? Para evitarlo el día de vuestra boda, dile que se afeite en la ducha, con el agua bien caliente para que el vapor abra los folículos y facilite el deslizado de la cuchilla. Recuérdale que no apriete mucho y que se afeite en el sentido en el que crece el pelo. Y que utilice un after-shave con aloe vera.