También los invitados tienen que cumplir su parte en las bodas. Han de divertirse, acompañar a los novios, echar una mano si se les necesita y, sobre todo, tener tacto. Si te han invitado a una boda próximamente, ten en cuenta esta lista de comentarios que conviene no hacerles a los novios si no quieres recibir una mirada letal como respuesta:
1. “Enseguida vendrán los niños, ¿no?”. Esta frase y todas su variantes (“Lo próximo, llamar a la cigüeña, ¿eh?”; “¿Para cuándo el bombo?”, etc.) no son solo un topicazo que ya les habrán soltado sus respectivas tías y tías abuelas cuarenta veces a lo largo del día: también supone una impertinencia meterse en los planes de la pareja, que bastate agobiada estará con todo el jaleo de la boda como para, encima, ponerse a pensar en cuidar bebés.
2. “¿Puedes ayudarme con…?”. Si necesitas ayuda con lo que sea, pídeselo a alguno de los otros cien invitados en lugar de molestar a las personas más ocupadas del día. Sí, ellos se han encargado de organizarlo todo, pero no son quienes deben pedirle al camarero algún cambio en los entrantes o que coloque en tu mesa una silla extra.
3. “¡Esto ha debido de costaros un riñón!”. Quizá te parezca un cumplido, pero mencionar el dinero es una peligrosa arma de doble filo que puede herir sensibilidades con gran facilidad, en especial si los novios no andan sobrados de dinero. Preguntar por el precio de cualquier cosa dará la sensación de que estás tratando de calcular si el regalo que les has hecho se adecua al precio de tu cubierto.
4. “¿Por qué no has invitado a fulanito y menganita?”. Créenos: los novios han pensado durante muuucho tiempo la lista de invitados. Si fulanito o menganita no están presentes, será por una buena razón. Poner de manifiesto que te sorprende una ausencia es una metedura de pata solo superable por:
5. “¿Cómo se te ha ocurrido invitar a fulanito?”.
6. “Aún no puedo creerme que hayas sentado la cabeza. ¿Te acuerdas cuando…?”. ¡No completes esa frase! En especial si el otro cónyuge está presente.
7. “Esta noche os lo vais a pasar pipa, ¿eh?” (guiño, guiño). Abstente de especular sobre la actividad sexual que los novios tendrán en la noche de bodas. Hay cuarenta cosas sobre las que hablar: la decoración, lo buena que está la comida, lo bien que te lo estás pasando… No quieras ser el más gracioso de la sala.
8. “Cuando piensas en toda la gente que se divorcia…”. Vale, sí, mucha gente se divorcia. ¡Pero ellos se están casando! ¡Es en lo último en lo que quieren pensar!