Es una tradición que procede de los países asiáticos. El arroz simboliza la fertilidad, por tanto, se les echa a los novios tras la ceremonia en un ritual que pretende asegurar los hijos a los novios.
Hoy en día, es muy habitual cambiar el arroz por otros productos que ensucian bastante menos el traje del novio. Es el caso de los confetis (los hay incluso en forma de corazón), las serpentinas o los pétalos de rosa. Los encontraréis también dentro de tubos de aire comprimido, para que sea más espectacular; y si los invitados que los tengan los sueltan más o menos al mismo tiempo, quedará aún mejor.
También tenéis otras posibilidades, como la suelta de mariposas, que es muy vistosa, aunque está un poco supeditada a la época del año en la que os caséis; y también el uso de pomperos.
Si os decantáis por las pompas de jabón a la salida de la boda, aseguraos de que utilizarán los pomperos un buen número de invitados (un mínimo de 10 personas), para que realmente quede bonito. Tenéis la opción de comprar para todos los invitados y que alguien los reparta a la salida de la ceremonia, o sólo para un número reducido, por ejemplo vuestras amigas.
Y otra idea, los pomperos se pueden utilizar también (o solamente, como queráis) en el baile. Sorprenderéis a vuestros invitados y las fotos quedarán muy bonitas. Hay pomperos especiales para bodas, como éste de aquí, en forma de tarta nupcial.