Si le preguntamos a cualquiera sobre una boda real que semejara un cuento de hadas, es muy probable que nos mencione la boda de la estrella de cine Grace Kelly con Rainiero de Mónaco. Celebrada el 19 de abril de 1956, la boda pudo ser seguida por televisión, pero, como Rainiero fue el primer monarca en casarse con una plebeya, apenas acudieron representantes de las demás familias reales europeas.
En total, 700 invitados -una cifra extraordinariamente pequeña para lo habitual en un enlace de estas características- se dieron cita en el pequeño principado monegasco para asistir a la boda de la mujer que dejó aparcada una brillante y exitosa carrera en el mundo del cine por amor. Grace había tenido romances con diversos galanes del celuloide, como Cary Grant, William Holden o Clark Gable, pero fue por Rainiero, y por la familia que formó con él, por quienes renunció a su profesión.
Los elaborados preparativos de la ceremonia incluyeron la remodelación del Palacio de Mónaco, que fue repintado y redecorado de arriba abajo. El 4 de abril, Grace, acompañada por su familia, sus damas de honor, su caniche y ochenta maletas, embarcó en el puerto de Nueva York a bordo del transatlántico SS Constitution rumbo a la Riviera francesa. Una travesía de ocho días.
Para cumplir con el Código Napoleónico de Mónaco y con los preceptos de la Iglesia Católica, Grace y Rainiero se casaron por lo civil y por lo religioso. El 18 de abril tuvo lugar la ceremonia civil, de 16 minutos de duración, en el Salón del Trono del palacio monegasco. En ella se recitaron los 142 títulos oficiales que Grace pasaba a ostentar con la unión, como esposa de Rainiero.
La ceremonia religiosa se celebró en la catedral de San Nicolás al día siguiente y estuvo oficiada por el obispo de Mónaco, Gilles Barthe. El vestido que lució Grace Kelly fue un presente de los estudios cinematográficos Metro Goldwyn Mayer. Diseñado por Helen Rose, modista de la productora y ganadora de dos Oscars al Mejor Diseño de Vestuario, en su confección se emplearon 300 metros de encaje y 90 de tul. Tres docenas de costureras trabajaron en él para tenerlo listo en seis semanas.
Se estima que 30 millones de personas siguieron por televisión la ceremonia, a la que asistieron celebridades de los ámbitos más variados, como los actores David Niven y Cary Grant, el millonario Aristóteles Onassis, la actriz Ava Gardner, o el Aga Kahn III. La primera hija del matrimonio, Carolina, nació nueve meses y cuatro días después de la boda.