La boda del por entonces senador John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) con la periodista Jacqueline Bouvier fue el gran acontecimiento social de Newport (Rhode Island) en 1953. Se celebró por la mañana de un apacible 12 de septiembre, y la ceremonia, a la que asistieron 750 invitados, fue oficiada por el arzobispo de Boston, Richard Cushing.
JFK tenía 36 años, doce más que su joven y radiante esposa, a quien había conocido en una cena en Washington y con la cual había decidido casarse tras una relación de apenas año y medio. La iglesia de St. Mary fue decorada con crisantemos blancos y gladiolos rosas.
El ramo de Jacqueline era de orquídeas rosas y blancas; el anillo de compromiso que le había regalado John era de la firma Van Cleef & Arpels, con un diamante de 2,88 quilates. Abrieron el baile nupcial con la canción ‘I married an angel’. Al banquete asistieron 1.200 invitados.
El elegante vestido que lució Jackie fue creado por la célebre diseñadora afroamericana Ann Lowe. De color marfil, tenía los hombros al descubierto y la espalda bordada con diminutas flores de cera. Se emplearon 50 kilos de seda y dos meses en su confección.
El pastel de boda fue preparado por la panadería de Plourde, en Fall River (Mississipi). Como destino de luna de miel, los recién casados escogieron las playas de Acapulco (México). Su matrimonio duró diez años, hasta el triste final de él en Dallas.