Las novias normalmente van un mínimo de dos a tres veces a probarse el vestido de novia: cuando lo eligen, tras realizar el primer arreglo y unos días antes de la boda, por si hay que retocar algo.
También es recomendable que los novios os hagáis esas pruebas (como mínimo cuando os compráis el traje y, ya con los arreglos hechos, unos días antes de la boda. Especialmente en esta segunda prueba recordad que es importante tener en cuenta lo siguiente:
1. Lleva la camisa, el chaleco, los gemelos y la corbata (o similar) que vayáis a lucir el día de la boda. Es importante ver todo el conjunto puesto para asegurarnos de que los colores combinan perfectamente. Asimismo, y aunque hayáis comprado el traje y los accesorios en la misma tienda, probároslo de nuevo todo junto allí, y prestad atención a que la camisa aún os vaya bien, porque a veces se adelgaza tanto que la prenda no os viene bien (suele notarse en el cuello de la camisa).
2. Si vas a vestir un cinturón, también debes llevarlo. El largo de los pantalones no será el mismo si llevas este complemento que si no lo llevas.
3. También es fundamental tener en esta prueba los zapatos que os pondréis el día de la boda. Igual que sucede con el cinturón, los zapatos son imprescindibles para comprobar que el largo del pantalón es el adecuado. Es probable que los zapatos no los tuvierais aún cuando fuisteis a comprar el traje, así que es especialmente importante que no se os olviden el día de la prueba definitiva.
TAMBIÉN A TENER EN CUENTA
Algunos hombres (cada vez menos) no tienen claro lo que quieren a la hora de buscar el traje de novio, así que muchas novias deciden acompañar a sus parejas (junto a las madres de estos) a buscar el traje. Habladlo entre vosotros y decididlo consensuadamente. Si queréis mantener la sorpresa de cómo serán el vestido de novia y el traje de novio, hacedlo. Si eso os da un poco igual, siempre viene bien la opinión de la pareja.
Otro detalle que no solemos tener en cuenta si la novia no acudirá a la compra del traje del novio y viceversa: resultaría muy interesante que una persona de confianza de ambos acuda el día de la compra de ambos trajes, sobre todo para cerciorarse de que el vestido de ella y el traje de él ‘casarán’ bien tanto en estilo como en colores.
