Para iniciar el expediente matrimonial, acudid a la
parroquia que os corresponde. Si luego os vais a casar
en otra diferente, ya se realizará el traslado del expediente.
Vuestro párroco os explicará con pormenores todo lo que precisaréis para la celebración de este sacramento, que
en resumidas cuentas son dos trámites:
1. Por una parte, rellenar un expediente matrimonial y
adjuntar todos los documentos necesarios. Preguntad por la antigüedad máxima que deben tener los papeles: normalmente unos 6 meses.
2. Y por otra, hay que realizar un cursillo prematrimonial.
LOS DOCUMENTOS BÁSICOS
Cualquier documento que el párroco considere conveniente. Por eso hay que hablar con él, para que nos aclare lo que necesitaremos y todas nuestras dudas. Los documentos que habitualmente se necesitan son los siguientes:
1. FOTOCOPIA DEL DNI. También llevad el original.
2. LA PARTIDA DE BAUTISMO.
Este documento lo conseguiréis en la parroquia donde fuisteis bautizados. Si la parroquia perteneciera a una diócesis distinta, debe presentarse legalizada por el obispado de esa diócesis.
¿Y si uno de los dos no está bautizado? Eso es lo que se conoce en Derecho Canónico como disparidad de culto. Pues a priori no debería haber problemas para la celebración de la boda, ya que se puede pedir una dispensa (un permiso especial) al sacerdote que os va a casar. La ceremonia tendrá algunas modificaciones: como que la persona no católica no comulgará ni realizará las promesas que sí hará la pareja católica. Además, se informará a la parte no creyente de las obligaciones que adquiere la pareja en, por ejemplo, la educación de los hijos dentro del marco de las creencias católicas.
3. LA PARTIDA DE NACIMIENTO.
Hay que solicitarla en el Registro Civil de la localidad en la que se ha nacido.
4. CERTIFICADO DE LOS CURSILLOS PREMATRIMONIALES.
Para celebrar el sacramento del matrimonio hay que participar antes en un cursillo prematrimonial. La obligatoriedad depende de cada parroquia.
Consiste en unos cursillos y charlas de orientación familiar que tienen lugar durante varios días, normalmente un fin de semana. En el temario, se suele hablar de la convivencia matrimonial y familiar; la vida íntima conyugal y la paternidad responsable; la educación de los hijos y la espiritualidad conyugal; el matrimonio ante la iglesia y la sociedad civil; y el matrimonio como sacramento.
En ocasiones acuden varios matrimonios para contar sus experiencias, así como un médico, un abogado y un sacerdote.
A la pregunta de si podéis hacer los cursillos en una parroquia distinta de aquélla en la que os vais a casar, la respuesta es sí. Necesitaréis un certificado de que lo habéis cursado y deberéis entregarlo en la parroquia en la que celebraréis la boda.
ADEMÁS DE ESOS DOCUMENTOS:
1. Hay que presentar DOS O MÁS TESTIGOS DE SOLTERÍA.
Deben ser mayores de edad, como mínimo uno por cada contrayente. Suelen ser amigos/as que dan fe de que no estáis casados y de que no hay impedimento para la celebración de la boda.
No es necesario que sean los mismos testigos que firmarán el acta matrimonial el día de la boda.
Se recomienda que no sean familiares (aunque el sacerdote determinará si los acepta o no) y que conozcan a los novios desde hace tiempo.
Deberán llevar los DNI.
2. Tendrá lugar la PUBLICACIÓN DE LAS AMONESTACIONES.
Con ellas se da a conocer a todos los feligreses la boda que se va a celebrar: se comunican los nombres de los novios y de sus respectivos padres por si alguien conociera algún impedimento para que el enlace matrimonial se celebre.
Lo normal hoy en día es que se hagan por escrito, en el tablón de anuncios de la parroquia o de ambas parroquias (si los novios pertenecieran a dos diferentes), aunque en algunos lugares aún se hacen oralmente (en misa). Se publican dos semanas y cuatro días antes de la boda, es decir, los dos domingos previos a que tenga lugar la boda.
Y LA GRAN DUDA: ¿NOS PODEMOS CASAR SIN ESTAR CONFIRMADOS?
Pues se supone que sí podemos, ya que según el Derecho Canónico, “los católicos aún no confirmados deben recibir el sacramento de la confirmación antes de ser admitidos al matrimonio, si ello es posible sin dificultad”. La clave está en ese “si es posible sin dificultad”.
Para algunos sacerdotes eso supone que sí podéis contraer matrimonio canónico sin estar confirmados. Sin embargo, otros párrocos os pueden poner problemas preguntándoos por qué deseáis casaros por la iglesia, como católicos, cuando os negáis a recibir la confirmación sin que haya dificultades serias que os impidan recibir ese otro sacramento. Por esa razón, si alguno de los dos no estáis confirmados, informaos bien de si el párroco que os va a casar lo solicita o no.
CASOS ESPECIALES
1. Si el novio o la novia es viudo/a, deberá presentar el Certificado literal del matrimonio anterior, así como la partida de defunción del anterior cónyuge.
2. Si el novio o la novia está divorciado/a y en su día también se casó por la iglesia, podrá casarse de nuevo por lo civil, pero no por la iglesia. La única opción para poder casarse por segunda vez por la iglesia es haber conseguido la nulidad del anterior matrimonio.
3. Si el novio o la novia está divorciado/a y en su día se casó por lo civil, tendrá que cumplir con un trámite especial que consistirá en explicar por qué en aquella ocasión se casó por lo civil y ahora desea casarse por el rito católico.
TRAS LA BODA
Una vez celebrada la boda, disponéis de un plazo de 5 días para inscribiros en el Registro Civil que os corresponda y obtener el libro de familia, que estará listo en unos 20 días. Muchos os preguntaréis: “Pero, ¡si nos vamos de luna de miel, no podremos llevarlo a tiempo!”. Pues bien, en ese caso, lo pueden llevar vuestro párroco o incluso algún familiar.