Los marcasitios sirven para indicar a cada invitado, en el banquete de bodas, cuál es el lugar que debe ocupar en su mesa. Habrá gente que los agradezca, porque les gustará saber que los novios han pensado en ellos a la hora de situarlos, que así evitarán cualquier tipo de discusión sobre cuál es su sitio y, lleguen cuando lleguen, se supone que tienen asignada el asiento.
Otros, en cambio, se molestarán porque no les habéis puesto justo al lado de quienes ellos querían. Pero, bueno, son gajes del oficio. Ya habréis pasado por eso a la hora de asignar mesa a cada invitado.
Los marcasitios pueden ser muy sencillos, como el de la imagen de arriba. En la tarjeta se escribiría el número o nombre de la mesa y el nombre (y apellido si lo consideráis oportuno) del invitado en cuestión. Hay quien deja un bombón al lado del marcasitio.
También los hay con forma de servilletero o de los que se cuelgan en las copas. Y algunos restaurantes te dan la posibilidad de que el nombre del invitado se ponga en la minuta. De esa manera no tendréis que gastar en la compra de marcasitios.
SOPORTES PARA LOS MARCASITIOS
Según el presupuesto con el que contéis, también podéis poner soportes para los marcasitios, como los de las imágenes de abajo. Ambos modelos los tenéis en Vasara.es.
El que tiene forma de copo de nieve se vende a un precio de 12,45 euros el paquete de seis unidades (es decir, unos 2 euros por bola). El jarroncito sale a 13,40 euros el paquete de seis. El precio no incluye las tarjetas.
Y si os gustan mucho, pero no teníais presupuesto para ello, también puede ser el regalito que se suele dar tras el banquete a los invitados. En ambos casos, los invitados podrán usarlos como portafotos (para imágenes pequeñitas, eso sí).