El día de la boda vosotros sois las estrellas, y, precisamente emulando los actos sociales a los que acuden las celebrities, ha empezado a ponerse de moda organizar un photocall o photobooth. En este mural suele aparecer el nombre de los novios y la fecha de la boda, y el diseño puede ser de lo más variopinto.
Hay quien opta por ponerlo para el momento anterior a entrar en el banquete, aunque lo más habitual es que sea después, justo antes del baile y la barra libre (o durante). Pueden hacerse la foto los invitados solos o aprovechar el photocall para hacerse la foto típica (que con un photocall ya no será tan típica) con los novios.
El photocall puede ser elegante, retro o desenfadado. En este segundo caso, los novios podríais poner a disposición de vuestros invitados un poco de atrezo para la foto (desde pelucas a sombreros, pajaritas, boas de plumas, gafas divertidas, bigotes postizos…).
También podéis optar entre un photocall con un fondo completo o que tenga “ventanas” o “marcos de fotos” donde vuestros invitados puedan meter las cabezas para retratarse, como en la foto que tenéis arriba.
Una versión reducida y mucho más barata consistiría encomprar un marco para cuadros y que los invitados lo utilicen para hacerse las fotos. No tenéis por qué renunciar al atrezo del que os hablábamos antes para que puedan disfrazarse y que las fotos sean divertidas.