Se cuenta que fue Marco Polo quien trajo a Europa, procedente de China, las piñatas. Son un entretenimiento muy divertido y emocionante para los niños, especialmente si en la boda tenéis un lugar en el exterior para montarla. Los pequeños liberan mucha energía jugando con la piñata.
Si disponéis esta actividad en vuestra boda, que alguien se encargue de organizar a los niños: hay que decirles que se pongan en fila india, que esperen su turno y que tengan mucho cuidado de no hacer daño a sus compañeros. Se les suele vendar los ojos y darles varias vueltas para que no lo tengan tan fácil.
Hay dos tipos de piñatas: las que se rompen con un palo y las que llevan cintas de las que tirar (en este último caso se puede optar también por golpearlas con el palo). En ambos casos, el objetivo es el mismo: romperlas y que caigan las sorpresas del interior: desde globos a golosinas y otros regalitos para niños.
Si os animáis a hacer vosotros mismos las piñatas, tenéis un curso gratuito que podéis seguir en aulafacil.com. Ahí os explicarán los materiales que necesitáis y el paso a paso para conseguir piñatas tan llamativas como las de la imagen de abajo.