Imagen de la web Brides.com.
En Ideasparaunaboda.com nos gusta buscaros tradiciones propias de otros rincones del mundo o de otras culturas, y por eso hoy os traemos esta, que seguramente habréis visto en muchas películas.
Tiene lugar en bodas judías tradicionales. Es el último paso, nunca mejor dicho, de la ceremonia. El vaso o la copa normalmente está envuelto en una tela, y el novio es el encargado de romperlo, siempre con el pie derecho, mientras todos gritan: “Mazel Tov!” (en castellano, algo así como “¡Felicidades y buena suerte!”).
La rotura del vidrio viene a recordar la destrucción del Templo de Jerusalén (de esta manera se quiere evocar que, incluso en momentos de mucha felicidad, se debe tener presente el sufrimiento del pueblo judío). En definitiva se trata de tomar conciencia de lo que el matrimonio traerá: momentos de alegrías, pero también de penas.
Además simboliza la fragilidad de las relaciones, especialmente la de los matrimonios, que deben cuidarse precisamente para no romperse como esa copa.
Según hemos leído, al parecer el fuerte ruido que se produce al quebrarse el vaso serviría también para ahuyentar a los espíritus malignos que puedan rodear a la pareja.
