Foto: Ideasparaunaboda.com.
La simbología en torno a las palomas blancas data de hace milenios y está muy vinculada a la tradición judeocristiana, ya que en el Antiguo Testamento se cuenta que Noé envió desde su Arca a una de sus palomas en busca de tierra tras el gran diluvio -y la consecuente gran inundación- y que el animal regresó con una ramita de olivo en el pico, símbolo de que Dios volvía a estar en paz con sus criaturas.
Más allá de las creencias religiosas, echar a volar a palomas blancas en tu boda, en una finca o a la salida de la iglesia, representa la búsqueda de la paz y la felicidad; y la paloma es la mensajera que se encarga de trasladar esa petición de buenos deseos para el futuro de la pareja. Asimismo, las palomas también simbolizan la fidelidad en el amor, ya que generalmente estas aves se aparean solo con la pareja que eligen para toda la vida; y el vuelo de estas aves expresa también para los novios el inicio de una nueva vida juntos.
Hemos hablado con una empresa madrileña que lleva a cabo esta suelta de palomas en bodas y otro tipo de eventos para que nos expliquen cómo trabajan. “Se liberan mínimo dos palomas, pero puedes soltar hasta 50, 60…, las que quieras”, subraya Ignacio García, de Suelta de Palomas, a los que conocimos en el pasado salón nupcial 1001 Bodas de Ifema. “Hasta ahora, la boda en la que hemos tenido que soltar un mayor número de palomas fue en una finca particular: soltamos 50. Quedó espectacular, muy bonito”, nos comenta.
La suelta de una pareja tiene un precio de 125 euros (más IVA) y, a partir de ahí, cada pareja más supone 15 euros adicionales en el presupuesto. El servicio comprende el desplazamiento al lugar de la boda, adonde llegan antes de que se inicie la ceremonia; y abandonarán el lugar una vez liberadas las palomas. Por cierto, nos advierten de que siempre hay que soltarlas en exterior, no se puede hacer dentro de una iglesia, por ejemplo.
La empresa Suelta de Palomas, que, según explica en su web, se dedica a la cría y entrenamiento de estos animales desde hace treinta años, opera en la zona centro, en un radio de 200 kilómetros, aunque entre sus planes contemplan el deseo de expandirse. “Estas palomas son capaces de regresar al palomar desde una distancia de 300-400 kilómetros, pero en ese caso se incrementan un poco los costes porque las palomas hay que llevarlas, son animales, y nunca las vamos a enviar por mensajería”, explica Ignacio García.
Y ese es un detalle importante. Habrá alguna pareja de novios que se plantee, con el objetivo de ahorrar costes, optar por comprar ellos mismos un par de palomas y liberarlas el día de la boda, pero hay que pensar en los animales, en qué ocurre con esos pájaros si no están adiestrados y, por tanto, no tienen a dónde regresar. Las aves de empresas especializadas como Suelta de Palomas son palomas mensajeras y regresan siempre a casa, a su palomar.
“Nunca se van a quedar por ahí en ningún sitio, ni en una iglesia, ni en una finca… Puede ser que una se despiste, pero al día siguiente está en el palomar. De hecho, el 99% de las veces llegan el mismo día a casa”, destaca Ignacio García.
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